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COMO PREPARAR UN EXAMEN, Y NO MORIR EN EL INTENTO, ALUMNOS CON DIFICULTADES ESPECÍFICAS DEL APRENDIZ


Muchos en este momento, están estudiando ferozmente, ya que se acercan los exámenes finales. Por lo cual nos parece oportuno el pensar como hace una persona con dislexia, para afrontar esta tan penosa tarea.

Un poco más de tiempo

Las personas con dislexia suelen quejarse de la falta de tiempo para terminar la evaluación. Tal y como relata Abigail: “Yo estoy segura de que si me dieran un poco más de tiempo podría superar el examen, pues algunas preguntas, a la hora de plantearlas, tardo más tiempo en contestarlas. Me cuesta entender qué me están preguntando y ¡no os digo nada si son invertidas!”. A Abigail le gustaría luchar para que la dislexia se reconozca a nivel estatal y dieran más tiempo para hacer los exámenes. Es escéptica respecto a que ella pueda llegar a verlo, pero espera que su hija sí.

PERO EN NUETRA PROVICIA SE ADHIERE A LA LEY N° 27.306 DE DEA, POR LO CUAL SEGUN EL ARTICULO 6

1 b) Otorgar mayor cantidad de tiempo para la realización de tareas y/o evaluaciones

Dificultades de atención

Otra de las dificultades comunes que describen las personas con disléxia a la hora de estudiar para exámenes finales, son las dificultades de atención y concentración. Dificultades que pueden ser debidas al sobre esfuerzo para compensar las dificultades de lectoescritura, o también pueden deberse a la existencia de un trastorno de déficit de atención concomitante

Ana reconoce que tiene un problema serio de concentración: “me distraigo muy fácilmente, un hándicap al que no soy capaz de encontrar solución”. Aunque ella misma nos propone algunas soluciones, como estudiar siempre en la biblioteca, para no distraerse con sus cosas. Así como apagar el celular, enfocarse en una cosa a la vez.

Y lo más importante, la actitud: mucha paciencia, muchas horas y retarse a uno mismo.

Estrategias para estudiar

Elaborar bien la información es crucial para compensar las dificultades de la dislexia. Nuestras entrevistadas parece que tienen estrategias bastante similares, en las que podemos extraer un patrón común. Ese patrón común incluye varias lecturas del temario, desarrollando las siguientes pautas:

1: Lectura general

Abigail intenta leer por encima todo el temario, aunque confiesa que la mayoría de las veces no lo consigue y entonces tiene la sensación de que pierde el tiempo. Beatriz, también disléxica, solía leer el texto en voz alta la primera vez, y realizar esquemas simples para sintetizar conceptos clave, de cara a la segunda lectura. Con los años ha suprimido esta fase y pasa directamente a la siguiente. Las otras entrevistadas empiezan directamente con una primera lectura reflexiva, en la que usan colores para resaltar el texto.


2: Subrayar con colores

Susana utiliza el truco de los colores: usa los mismos siempre

(para títulos, subtítulos, autores, fechas, , etc). Por ejemplo, si para las fechas era el amarillo, siempre utiliza el amarillo.



De entrada, Ana subraya con fosforescente de un solo color, intentando dejar sin color la máxima cantidad de texto posible, de manera que solo estén subrayadas las frases o palabras clave, para poder leer más rápido. Todo lo que se repite lo deja fuera, y a veces acaba haciendo sus propias frases más simples, pero sin dejar nada en el tintero. Si un párrafo es una definición de algo lo “recoge” con lápiz y escribe el concepto que se define.

Beatriz también comienza a marcar lo que cree relevante. Marca las cosas en colores que le son fáciles de recordar, por ejemplo: rojo para las cosas que confunde o que le cuesta memorizar, naranja para lo importante. También utiliza el lápiz para ir subrayando todo y hacer las lecturas guiadas. En las cosas de difícil comprensión realiza un esquema y dibujos de comprensión.

Abigail, en su segunda lectura, empieza a leer con detenimiento y subraya. Esta fase es fundamental y utiliza mucho los colores. Como Susana, cada color es para una cosa, por ejemplo en amarillo subraya las leyes, las fechas o el tiempo en rojo, etc. También hace anotaciones en el margen para indicar lo que en ese párrafo le están diciendo y si es importante pone signos de exclamación al lado.



3: Realizar esquemas

Reducir la información a través de esquemas parece ser uno de los pasos más importantes para estudiar con eficacia.

Así lo expresa Susana: “De cada tema me hacía esquema de autores, de teorías y conceptos importantes, resúmenes del tema, esquemas del tema, así como palabras en inglés que dudaba si eran con ss o s, cc o c, cosas que me ocasionaban dudas.”

“Nunca he sabido hacer resúmenes –nos confiesa Abigail- además mi examen es tipo test y no puedo obviar ninguna información”. Sin embargo también tiene su método bien desarrollado: hace esquemas y/o mapas conceptuales, donde también “abusa” de los colores: “Para mí es importante esta parte porque me permite tener en la mente mis esquemas y, sobre todo, comprender las fases de lo que estoy estudiando.” Señala que es fundamental comprender lo que estudia y reconoce que le lleva mucho tiempo con respecto a otras personas, quienes con leer varias veces el texto les resulta suficiente. También tiene la necesidad de esquematizar o poner en guiones los párrafos de texto muy extensos: “con una nota pos-it divido dicho párrafo resumido en guiones y lo coloco junto al mismo. Tengo todo el libro lleno de notas pos-it, de esta forma me resulta más fácil estudiar.”

Ana comienza con los esquemas en la segunda lectura: “voy haciendo micro esquemas en los márgenes a lápiz, que indican lo que pone en el texto sin necesidad de leerlo. Tienen que ser muy escuetos, porque no cabe casi nada.” Para ello usa abreviaturas inventadas con el objetivo de poder saber el significado de las cosas sin leer, aunque a veces, dice Ana, “las pongo del revés o no estoy segura de haberlas puesto bien. A veces borro varias veces hasta que de un golpe de vista puedo recordar lo que pone en el párrafo sin leerlo.” Ana explica que cuando acaba los esquemas ya sabe bastante bien la materia.

En la segunda lectura, ya con todo subrayado, Beatriz se dedica a ir memorizando los datos más importantes. Los colores, dibujos y esquemas le ayudan. Suele tener unas “libretas mágicas” en las que va escribiendo de forma sintetizada las aspectos importantes, los que le cuesta diferenciar y/o comprender.


4: Repasar y memorizar

Para Ana es muy importante recordar todo con mucha exactitud, lo más literal posible; por este motivo estudia sobre el mismo texto hasta que lo tiene controlado.

A la tercera lectura, mirando lo subrayado y los esquemas, Ana comprueba que recuerda lo que pone, y si no es así, se para más (sobre todo en plazos, cifras, cantidades) y utiliza algunos trucos mnemónicos: intenta relacionarlo con otros plazos para distinguirlos, se fija en la cantidad que hay entre una cifra y otra, si la fecha le recuerda algo, si son números pares o impares, si tiene alguna lógica con la materia o es totalmente arbitrario, etc. También hace algunos esquemas extra para temas que requieren comparar información o que son más densos, en los que intenta recopilar toda la información: suelen tener orientación vertical en lugar de horizontal.

Susana también comparte su truco para memorizar: “Cuando había un listado de cosas como Feasibility, Appropriacy, Occurence and Systematic potential, cogía la primera letra de cada palabra y formaba una nueva, SOFA, y así memorizaba, porque mi memoria es pésima.”

1. Mnemotecnia de palabras clave

Este truco se aplica sobre todo para el aprendizaje de vocabulario en otros idiomas. Consiste en vincular la palabra que queremos aprender a otra que se le parezca fonéticamente en nuestro idioma –aunque no tengan nada que ver– e imaginar una escena que la asocie con el significado de palabra la que queremos aprender. Campos pone el siguiente ejemplo:

Quieres aprender que la palabra en latín «os» significa hueso. Primero, la vinculas a la primera palabra que se te venga en español por su parecido. Por ejemplo, «oso». Después, asocias esa palabra al significado de la que quieres aprender. Imaginas a un oso comiendo un hueso.

El libro Estudiar es divertido: técnicas de estudio y cálculo mental incluye ejemplos para palabras en inglés:

Run = Correr. Run se pronuncia ran. Imaginas correr junto a una rana. Bill = Cuenta o factura. Imaginas a Buffalo Bill pagando la cuenta.

2. Acrónimos

Los acrónimos son, según Campos, una de las prácticas mnemotécnicas que más aplicamos en el día a día. Consisten en formar una sola palabra con las iniciales de una frase o listado de palabras. Un ejemplo aplicable en la PAU para los alumnos que se examinen de Economía es el acrónimo de la fórmula del interés compuesto: «Carrete».

La fórmula del interés compuesto es I (interés) = C (capital) x R (rédito) x T (tiempo). De modo que CxRxT= CARRETE.

3. Acrósticos

Consiste en formar una frase utilizando las iniciales de las palabras a memorizar. En Mnemotécnicas, una página que recopila reglas mnemotécnicas en diferentes idiomas, aparecen varios acrósticos que pueden ser útiles para la PAU. Por ejemplo, para memorizar elementos de la tabla periódica:

Segunda línea (Litio, Berilio, Boro, Carbono, Nitrógeno, Oxígeno, Fluor, Neón) = «La BBC no funciona».

Las fases de la mitosis celular:

Profase, metafase, anafase y telofase: Pro meto a Ana ver la tele.

Wikipedia, en su entrada sobre los métodos de integración en matemáticas, recoge un clásico para la fórmula de la integración por partes: «Un Día Vi Una Vaca Vestida de Uniforme»


4. Técnica de loci (lugar)

¿Te suena las expresiones: «en primer lugar […], en segundo lugar…»? Provienen de esta regla mnemotécnica. «Es una técnica que utilizaban los griegos para preparar exposiciones», cuenta Campos. «Consiste en imaginar un recorrido que hagamos a diario y sepamos de memoria, y asociar localizaciones de ese recorrido con lo que queramos memorizar». De ahí la expresión. Un ejemplo:

Queremos aprender los países de la unión europea. Imaginamos el recorrido desde casa al instituto. En primer lugar, al salir, hay una panadería: panadería-baguetes-Francia. En segundo lugar, pasamos por un concesionario de Wolkswagen. Wolkswagen-Alemania. En tercer lugar por un edificio feísimo, muy vulgar. Vulgar-Bulgaria…

El recorrido a utilizar debe estar completamente integrado en la memoria, por lo que el ejemplo de este método (al igual que ocurre con el siguiente, el palacio de la memoria), no puede ser aplicado por cualquiera. Cada uno debe crear su propio recorrido único.

5. Palacio de la memoria

Es similar a la técnica de loci pero, en vez utilizar un recorrido, utiliza un edificio o casa que conozcamos de memoria. A cada habitación de la casa se le asocia una categoría. Tiene la ventaja de que no hace falta recorrerla por orden, sino ir entrando a las habitaciones y, dentro de las habitaciones, crear subcategorías. Eso lo hace idóneo para memorizar palabras de distintas categorías o apartados. Por ejemplo, la historia de la literatura a partir del XIX con tu hogar:

Mi hermana tiene 27 años, por lo tanto, su habitación será la generación de 27. El cuarto de baño es la habitación en la que más agua hay, el agua corriendo es muy bucólica y a los románticos les encantaba lo bucólico y pastoril, así que el baño será el romanticismo. Yo estoy viviendo la crisis, como la generación del 98, que vivió la crisis de la guerra hispano-estadounidense, así que mi habitación será la generación del 98. La habitación de mis padres, siempre riñéndonos porque no sabemos lo que cuesta traer dinero a casa, será el realismo.
Después, dentro de cada habitación, se continúa. Por ejemplo, la habitación del realismo: empezamos por las mesillas. Es la única habitación con dos mesillas, y dos rima con Galdós. Las cortinas tienen un color pardo, que es el apellido de Emilia Pardo-Bazán. El armario es tan grande que parece una barraca, que es una de las obras más famosa de Blasco Ibáñez…

6. Técnica del relato

Este truco sirve para memorizar listados de palabras, y consiste en elaborar un relato que contenga las palabras a memorizar. Puedes utilizar las propias palabras que tengas que aprender o convertirlas en imágenes que las sugieran. No es necesario que la historia sea lógica o congruente, solo que genere un hilo conductor que permita vincular todas las palabras. En el libro Cómo salvar los exámenes, del mnemonista Maximiliano Texeira, ponen el siguiente ejemplo para recordar el teorema matemático de Rouché-Frobenius:


teorema de Rouche Frobenius trata sobre los sistemas compatibles o incompatibles y sus matrices.
Rouche – Roncha Frobenius – Frog, rana en inglés Sistemas – Un cajero automático Compatibles – Una pareja de enamorados Incompatibles – Una pareja que se pelea Matrices – Los personajes de Matrix, con sus gabardinas y gafas de sol
Hay una roncha en la cara de un sapo que está sacando dinero en un cajero automático. En la fila del cajero hay una pareja de enamorados compatibles que se besan. Detrás, dos incompatibles, que cuando están a punto de pelearse, aparecen los agentes de Matrix y les piden que se calmen.

7. Sistema fonético

Se utiliza para memorizar números. Consiste en sustituirlos por letras, de modo que formen palabras fáciles de memorizar. «Es muy útil para aprender fechas», cuenta Campos, «pero también es de los más complicados de utilizar porque requiere de un estudio previo del sistema fónico internacional». Este sistema es una conversión internacional de números a letras:

1 – t d (para recordarlo: ambas letras tienen un solo palito recto y solo tienen una sílaba) 2 – n ñ (ambas tienen dos palitos rectos y dos sílabas) 3 – m (tiene tres palitos rectos) 4 – c k q (empieza por c, que suena como la k y la q) 5 – l (L es 50 en números romanos) 6 – s z (empieza por s, y la z es una «s» al revés) 7 – f (la F se parece a un 7) 8 – ch j g (la consonante de la palabra 8 es ch, y la g parece un ocho sin cerrar. La j suena como la g) 9 – v b p (la «n» ya la usa el 2, y la otra consonante de la palabra 9 es «v. La b suena igual que la v, y la p es una b dada la vuelta) 0 – r (c está cogido porque es el cuatro, y la otra consonante de la palabra cero es la r)

Aquí puedes ver un par de ejemplos de su aplicación:

Fecha del descubrimiento de América: 1492, en sistema fónico es DCPN. Diacepán. Para acordarte, puedes imaginar a Colón súper agobiado por no encontrar tierra, tomándose un Diazepan.
Año del nacimiento de Freud: 1856, en sistema fónico es TCHLS. Tachuelas. Para acordarte, puedes imaginar a Freud hablando de pulsiones sexuales con un tanga de tachuelas. No es una imagen bonita, pero sí efectiva.

Otra forma de convertir los números en palabras sin necesidad de memorizar el sistema fónico es buscar palabras que rimen con los números, formar frases con ellas y asociarlas a una idea: uno-tuno, dos-tos, tres-estrés… Cómo aplicar la mnemotecnia Muchas de estas reglas consisten en vincular la palabra o datos a memorizar a una imagen mental. «Una cosa es el método, que es común para todo el mundo, y otra es la imagen que la persona crea para recordar, que es diferente para cada persona», cuenta Campos. Por eso, de muchas de ellas pueden darse ejemplos de cómo funcionan, pero eso no significa que podamos aplicar ese mismo ejemplo, sino utilizarlo para crear nuestras propias imágenes. Para que todas estas normas sean efectivas, Alfredo Campos recomienda no utilizarlas como técnicas aisladas, sino implementarlas junto al resto de técnicas de estudio. «Son una herramienta más», explica. «Hay que aplicarlo junto a los resúmenes, los esquemas e incluso las chuletas, que no dejan de ser resúmenes muy condensados».

Abigail, en esta última fase de estudio, se apoya en sus esquemas y/o mapas conceptuales y, para memorizarlo va escribiendo en folio en sucio lo que tiene que recordar.

Beatriz, en los días antes del examen, se dedica a repasar las libretas. Si va bien de tiempo, hace una cuarta vuelta en la que mira el tema y las libretas para afianzar los conceptos de todo el tema. De esta manera, puede quedarse sólo con la revisión de las libretas en los días previos al examen.

5: Actitud

No sólo las técnicas son importantes, también resulta crucial la actitud y la voluntad que ponemos a la hora de estudiar


El secreto de Ana está en no desistir y ser muy meticulosa: “Yo estudio muy lentamente, soy muy minuciosa y concienzuda, no me gusta pasar a lo siguiente hasta que no estoy segura que controlo la materia que tengo delante, a veces tropiezo con algo que me da la sensación de que no puedo aprender, pero hasta que no encuentro la manera de aprenderlo no paso a lo siguiente.”

Lo que le anima a Abigail cada día a sentarse delante de los libros es, a pesar de su dificultad, demostrarse a sí misma y al mundo que no es tonta, como tantas veces le han hecho creer, sino que solo es disléxica y se siente orgullosa de serlo, “pues somos especiales” -declara. Y claro, luego hay motivaciones más prácticas, como encontrar trabajo.






¿Cómo afrontar el día del examen?


Beatriz Rey (mujer con disléxia que ha terminado dos carreras, dos másteres y ha escrito dos libros) nos comparte sus trucos:

  1. La primera vez que lees la pregunta marca en amarillo o con lápiz las palabras claves de lo que preguntan. Así podrás visualizar lo que te quieren preguntar.

  2. Si la pregunta está formulada en negativo pásala a positivo cambiando el No por el . Te ayudará a entender la pregunta en el sentido lógico.

  3. Ten cuidado si la respuesta está formulada con doble negación, en este caso te puede ayudar hacer un dibujo/esquema que te facilite la comprensión

  4. Deja las que te resultan difíciles de comprender para el final del examen. ¡No pierdas tiempo!

  5. Nuestro rival es el tiempo. En la comprensión y en aquellos términos que se escriben parecido pero significan cosas diferentes, tenemos que tener mucho cuidado.

“Te puede resultar difícil la comprensión de las preguntas con sus repuestas. Para ello es crucial que lleves el temario muy bien estudiado. Que seas rápida/o haciendo los esquemas para sacar la respuesta correcta. Los esquemas tienen que ser simples y muy visuales.”.

No todo son dificultades: los beneficios de ser disléxico

Susana está enseñando lengua castellana, que para ella es un reto, y recientemente ha creado un esquema explicativo de cómo estudia la clasificación de palabras (agudas, llanas y esdrújulas). Comenta que lo hizo tan claro para entenderlo ella y poder enseñarlo, que todos se enteraron y eso le hizo sentir muy orgullosa de sí misma. “Ojalá algún día valoren nuestro esfuerzo” -suspira.

Y es que esto que le ocurrió Susana parece bastante común entre las personas con disléxia, se esfuerzan tanto en organizar la información para poder procesarla más rápido, que se vuelven unos expertos en técnicas de estudio. Estoy segura de que muchas personas que no tienen disléxia encontrarán muy útiles las pautas que se han descrito en este artículo.














otras posibilidades es buscar en you tube un vídeo del autor del texto a estudiar, así al leerlo recuperas su voz, y ademas entiendes su impronta.

recuperado y editado de



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