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INCLUYENDO A EMILIO

En este segmento compartiremos historias de nuestras familias

Mí nombre es Carolina, mamá de Emilio de 9 años..

El nacimiento de Emilio, fue marcado por su estadía dentro de una cajita (encubadora). Esa cajita lo contuvo durante su primer semana de vida… Simplemente falta de maduración en sus pulmoncitos, motivo por el cual estuvo allí.

Tenía una vida “normal” con un hermano mayor de 6 años, una mamá y un papá. Con algún Bronco espasmo y resfrío normal para su edad…

Nuestra primer visita a una neuróloga, fue después de sus dos años. El motivo no hablaba. Se le entendía muy poco y había comenzado a tener espasmos sollozos,.. Aqui su papá y yo ya estábamos separados…

La visita a esta especialista, tuvo como respuesta: Emilio no habla porque ustedes (mamá y papá) están separados y está pasando por una etapa de bloqueos. Culpas, miedos, vergüenza, arrepentimientos y miles de cosas se cruzaron en mí cabeza…

Como mamá trate de que el sufriera lo menos posible toda esta situación.

Esta separación nos llevó a que me tenga que ir a vivir a la ciudad. Vida nueva, casa nueva, jardín maternal, ciudad, gente.. en fin. Una vida completamente distinta al campo, donde vivíamos.

Cuando llegamos a jardín de 5 años, recuerdo que después de las vacaciones de invierno, comenzamos a notar, de un momento a otro, que Emilio no sabía los colores, a los días no sabía escribir su nombre, se olvidaba las vocales y los números no los registraba. Pensamos que podía ser celos porque su Papa le contó que vendria una hermanita en camino… Pero la situación de Emilio cada vez fue empeorando. Hasta ese momento, su docente muy presente y preocupada por el.

Es allí donde pisamos el consultorio de una Psicopedagoga, donde fue evaluado durante 3 largos meses, en la época de vacaciones de verano.

Resultado: Emilio tiene un alto grado de violencia y su coheficiente no llega a un tanto por ciento bla bla bla…. Cuando escuché la palabra violencia, se me cayó el mundo, porque la conducta de Emilio era de un nene completamente normal, que jugaba que peleaba como cualquier otro.

A todo esto se arranca su primer grado. Una docente que me decía que yo como mamá era demasiado metida, y que Emilio, era aragan, vago…

Yo como mamá, veia que el no podía avanzar… Vuelvo a pedir un nuevo informe a la docente y con el informe de la psicopedagoga, concurro a otra interconsulta con OTRA Psicopedagoga.

Con la primera, el lloraba no quería ir. Con la segunda psicopedagoga no tenía problemas, la adoraba.

Así pasó nuestro primer año, donde fuimos a diciembre sin aprender a leer, escribir EMILIO al revés, y muy pocas respuestas.

Su segundo grado, avanzó muchísimo, en comparación al primer grado… Pero cada contenido que se complejizaba, costaba y cada vez peor. Vamos a diciembre y la docente pide que lo llevemos en Febrero para reforzar, pero que Emilio podía llegar a pasar de grado.

Pasamos las vacaciones estudiando, todo bien pero con sus dificultades bien marcadas. Hicimos 3 días de recuperatorio hasta que llegó el momento de la devolución de la docente, MOI y vicedirectora de la institución. Recuerdo ese día como que fuera hoy… Entra la señorita Moi, muy simpática, pero nula en mí cabeza, acomoda su carpeta, acomoda sus manos en su falda y me dice … “Bueno mamá, mira, Emilio es un niño discapacitado porque el aún no puede lograr aprender a leer y escribir por si solo”. Mí mirada se clavó en ella y no escuché más nada. Solo saque de mí gran carpeta una historia clínica de la neuróloga de mí hijo, con fecha al día anterior, donde decía que Emilio no tenía ninguna afección neurológica. Que su dificultad era en el aprendizaje.. Aun no se cómo volví ese día a mí casa. Está “señorita Moi era docente especial”. Era tan evidente su carencia. Que me dio pena.

Así fue que decidimos que Emilio pasaría a 3er grado pero con libreta abierta de 2do. Como para que no sea peor para él, quedar repitiendo en 2do sin sus compañeros y dándole la posibilidad de pasar a 3ro. El acuerdo fue que el iría complejizando los contenidos de 2do. Acuerdo que nunca se cumplió Emilio fue condenado al fondo, en el ultimo banco del aula, solo, sin contacto con sus compañeros para que COPIARA DEL PIZZARON, LO MISMO QUE EL RESTO DE SUS COMPAÑEROS DE 3ro.

En este momento, gracias a que pude contactarme con la secretaria de la Asociación Los sueños no se leen dislexia Entre Rios, la cual me ayudo a comprender que podía haber otro problema que nadie había pensado. cambiamos a una nueva psicopedagoga nuevamente ella comienza a realizar el diagnóstico. Donde resultó que mí hijo Emilio tenía Dislexia. A esto se sumó la frustración, trastorno de ansiedad y atencional. El aún en la escuela, una noche sentados cenando, me dice

… “Mami vos crees que mí cabeza tiene algo, porque no puedo leer y escribir como los chicos normales?”…

Ahí pude hacer ese clic que tanto necesitamos y tome la decisión de cambiarlo de colegio.

Nueva etapa, nueva escuela y nuevos desafíos, cambios de turno y de compañeros. El al cambiar de escuela con una libreta abierta, queda en 2do grado.

Fue un año de muchos cambios, pero de muchos logros. Emilio poco a poco fue aprendiendo a leer, escribir bastante fluido, reconocía colores, letras y números. La neuróloga nos pidió que comenzará su terapia psicológica y una actividad, en lo posible teatro. Ya que este ayudaría a desbloquear a Emilio emocionalmente.

Por suerte Emilio logro actuar en el teatro de nuestra ciudad de Paraná. En sus 3 funciones. Entre medio de estás, ataques de pánico, llanto, angustia. Hasta qué piso el escenario y lo disfruto. Al Punto que hoy le preguntas ¿como aprendiste a leer y escribir? y el responde… “Gracias a teatro”..

Terminamos un 2018 sin concurrir a recuperatorio. Su docente feliz por ver los avances de Emilio, ni hablar de sus especialistas. Aprendió a controlar sus emociones, sus ansiedades.. en las vacaciones cuando él no se sentía bien, automáticamente me pedía hablar con su psicóloga y lo llevaba a su terapia.

Fines de diciembre inesperadamente tuvimos que mudarnos de la ciudad de Paraná a un pueblito cercano, llamado Colonia Nueva, allí Emilio tránsito parte de su infancia y tenía toda su familia (abuelos, tios y primos).

Nuevo 2019 con cambio de escuela. ¿Que nos deparará este nuevo año? Era la pregunta. Está escuela, cuenta con primer ciclo y segundo ciclo plurigrado. Es decir 1, 2 y 3 grado en un aula y 4, 5 y 6 en otra. Sumando jardín de infantes la escuelita cuenta con 40 alumnos. Allí ellos desayunan y almuerzan. Son todos niños de la zona.

Emilio, fue integrado como un niño más y hoy 1 de julio de 2019 recibo su informe y si libreta. Donde la maestra me reconoce que tenía mucho miedo de tratarlo a Emilio, porque recordaba todo lo que yo le contaba. Hasta que aprendió a conocerlo.. Emilio no es violento, no tiene problemas de conducta, hoy lee solo, imprenta y cursiva, aprendió la hora y le avisa en que momento deben salir al recreo, suma, resta y multiplica sin dificultad, y… Copia detrás de la docente, colocando todos los días su fecha en su cuaderno, siendo el primero en hacerlo.

Mí corazón explota de emoción y alegría. Corrió a pedirme la libreta para saber en qué debía reforzar.

Emilio es libre, Emilio ha sido incluido en una escuela pública, igual al resto de las anteriores, solo que esta es de campo… Hoy aseguro, que Emilio es un niño FELIZ

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